Hace frío. La tarde y el viento caen sobre mí, y la orilla parece un refugio inútil. Los restos del último temporal dan a la playa un aspecto desolador, como recién salida de un combate. Siento que me encuentro en un límite que no seré capaz de expresar, y aguardo entonces a un pie de la frontera el anuncio de la última luz.
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